«Tiempo de amar (César y Liliana) Llegaron a mi vida en una de las etapas más cruciales donde yo pasaba por uno de los peores momentos de mi existencia, fueron un buen soporte psicoemocional, me enseñaron a auto reconocerme como ser amado por Dios, con debilidades y fortalezas, me enseñaron a conocer mi temperamento y con ello mi carácter lo cual me fortaleció para seguir adelante. Así mismo me apoyaron con la orientación y la crianza de mi hija haciendo las reflexiones y derivaciones necesarias. Y aún ahora encontrándome en otro capítulo de mi vida, sé que siempre estarán ahí y que puedo contar con ellos. Para mi tiempo de amar no solo es un centro psicológico, es mi 105, con el que siempre puedo contar.»